Carmen tiene 48 años y es ama de casa. Tiene dos hijos, uno de 15 años y otro de 8. Recientemente se ha divorciado, y tiene la custodia completa de sus hijos, por lo que vive con ellos.
Nos comenta que lleva un tiempo sintiendo que “las cosas le sobrepasan”. Desde hace poco más de un año, cuando comenzó el procedimiento de divorcio, ha estado muy nerviosa y teniendo problemas para dormir. Fue al médico y le recetó unas pastillas, pero se la tomó una vez y le sentaron muy mal. Cada día se siente más irritable, y dice estar obsesionada con el orden y la limpieza de la casa. Se levanta muy temprano para hacer el desayuno para sus hijos. Cuando éstos se van al colegio, limpia sin descanso. Organiza la comida para la salida del colegio, y luego ayuda al mejor de sus hijos con los deberes, porque es muy nervioso y le cuesta centrarse.
Últimamente, siente que ha perdido la paciencia. Cualquier contratiempo en el día hace que quiera llorar, y muchas veces lo hace. Se siente ahogada y a veces ha gritado a sus hijos. Eso le hace sentir muy mal porque quiere lo mejor para ellos, así que acude a consulta queriendo controlar lo que le pasa.
En primer lugar, trabajamos lo más básico, que es explicar la ansiedad y comentar qué actitudes la refuerzan y cuáles ayudan a eliminarla. Analizamos las situaciones que ella recuerda haber pasado, y estudiamos qué otras alternativas podría haber hecho para manejar de forma saludable la situación, sin necesidad de tener control en ellas.
Como no le gustaba hacer deporte y decía no tener tiempo en el día para ello, ni se cree capaz de aprender técnicas de relajación, le sugerimos probar una actividad como el yoga de dos a tres veces a la semana, cuando se encontrara sola en casa. Esto resulta ser muy positivo para ella y acaba apuntándose a clases matutinas, lo que mejora no solo su estado de relajación, sino que favorece socialmente en su círculo.
También trabajamos su forma de comunicación, para aprender a hablar con sus hijos de forma más abierta, pero sin herirles ni perder los nervios, como nos había comentado que le pasaba.
Por otra parte, estudiamos técnicas para afrontar la ansiedad cuando ésta aparezca, así como formas de lidiar con sus emociones sin que sienta que se va a desbordar en cualquier momento.