¿Qué hace que nos cueste hablar en público?
Entre otras, actualmente nos resulta complicado encontrar nuestro camino debido a:
- Tensión ante la observación de los demás:
cuando la valoración de los demás es importante para nosotros, ponemos mucha atención a sus miradas y anticipamos qué pensarán de nosotros. Cuando hacemos esto, perdemos atención sobre nuestro discurso, haciendo que nos sea más fácil perder el hilo, quedarnos en blanco y sentir ansiedad
- Discurso poco preparado para exponerlo en público:
muchas veces dedicamos tiempo a preparar un discurso, sobretodo a nivel verbal, pero pocas veces a nivel no verbal. Esto hace que, cuando estamos sobre un escenario, no sepamos qué hacer exactamente con nuestro cuerpo, sintiendo tensión e incomodidad.
- Poca valoración de nosotros mismos:
cuando no nos consideramos válidos o capaces, solemos pensar que todo aquello que podemos hacer no es “digno” o “válido” a ojos de los demás. Con esta idea en mente es muy difícil hablar en público y defender nuestra exposición.