independencia emocional
¿Conoces los 3 enemigos de la independencia emocional?
Dependencia emocional
Cuando prestamos más atención a las emociones y pensamientos de los demás que a las propias, dejamos de hacer aquello que nosotros queremos hacer, y pasamos a complacer a los demás.
Educación rígida
Si hemos recibido una educación muy estricta, es posible que a medida que hemos crecido, nos hayamos moldeado a aquello que nuestros educadores querían que fuésemos, y nos hayamos alejado del concepto de nosotros mismos.
Poca valoración de nosotros mismos
Cuando no nos consideramos válidos o capaces, solemos pensar que todo aquello que podemos hacer no es “digno” o “válido” a ojos de los demás. Con esta idea en mente es muy difícil pensar que somos válidos para tomar nuestras propias decisiones.